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La firmeza (o dureza) ideal para el durmiente será aquella que mantenga alineada su columna vertebral y su espalda y le permita que toda su superficie corporal descanse planamente sobre la superficie del colchón en condiciones de confort.
Es la capacidad del colchón para adaptarse o amoldarse a la superficie corporal del durmiente y a sus movimientos durante el periodo de descanso. De todos los materiales utilizados en el sector del descanso, el que mejor facilita la adaptabilidad al cuerpo es la Viscoelástica.
La transpirabilidad de un colchón puede definirse como la capacidad del mismo para evacuar el calor a través de la ventilación por sus distintas partes. Los colchones pueden incorporar elementos que faciliten la ventilación, como el tejido 3D.